Editing Como es el ingreso al Nacional Buenos Aires - Juan Patricio Furlong cuanta su experiencia

Mientras transcurría el último año de la primaria, se acercaba el momento de efectuar toda la preparación exigente para la nivelación de ingreso. El primero fue adquirir el "Manual de Ingreso". Se dividía en 2 áreas, números y lenguaje.<br>Un maestro de ese año se propuso para ayudarnos en su casa, 4 hs por semana, por unos pocos pesos. Como pudimos apreciar que no llegamos a buen puerto, realicé la capacitación en un Instituto Incorporado.<br>Matemáticas por la mañana, 4 horas; Castellano por la tarde, 4 horas, de lunes a sábados. El nivel era totalmente distinta. Todos queríamos lograr ingresar. Los profesores eran muy exigentes; tenían un renombre debido a los buenos ingresos que obtienen los alumnos. Lo cierto es que asistí durante un mes. Pero el dia clave llego.<br>Rendí en el colegio Mariano Moreno. Era un edificio grande con [http://www.Paginasamarillas.com.ar/b/furlong-juan-patricio/salta/ click la siguiente pagina http://www.Paginasamarillas.com.ar/b/furlong-juan-patricio/salta/] extensión de una calle; se podía entrar por las dos calles. Todo era inmenso donde perecíamos chiquitos. De la romería previa cambiamos a la timidez absoluta dentro del aula, muy grande, para aproximadamente 50 alumnos, con grandes pizarrones.<br>La gran diferencia que observé fueron los pupitres. Eran individuales, más cómodos y estaban cubiertos de rayones, marcas y escrituras. Ya carecía de tintero. Por la mañana rendimos Matemáticas. Nos entregaron un par de hojas en las que previa identificación, copiamos las preguntas correspondientes. Era mi primer examen. Estaba nervioso y esto me hizo fallar en algunas.<br>En el otro turno sucedió muy similar. Con un poco más de tranquilidad y respodi más consciente todas las preguntas. Luego, la incertidumbre de la espera. No recuerdo cuantos días pasaron antes de regresar a esta institución y verificar los resultados. En gran des listas y por orden alfabético, aparecían los resultados logrados.<br>Aquellos que sobrepasas un porcentaje, accedían al ingreso. Mi ansiedad no permitía encontrarme, pero mi examen había sido positivo y había superado mis expectativas permitiéndome ingresar. Había ingresado al Colegio Nacional en diciembre de 1945 de aquel Buenos Aires que se fue.

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−	+	Mientras transcurría el último año de la primaria, se acercaba el momento de efectuar toda la preparación exigente para la nivelación de ingreso. El primero fue adquirir el "Manual de Ingreso". Se dividía en 2 áreas, números y lenguaje.<br>Un maestro de ese año se propuso para ayudarnos en su casa, 4 hs por semana, por unos pocos pesos. Como pudimos apreciar que no llegamos a buen puerto, realicé la capacitación en un Instituto Incorporado.<br>Matemáticas por la mañana, 4 horas; Castellano por la tarde, 4 horas, de lunes a sábados. El nivel era totalmente distinta. Todos queríamos lograr ingresar. Los profesores eran muy exigentes; tenían un renombre debido a los buenos ingresos que obtienen los alumnos. Lo cierto es que asistí durante un mes. Pero el dia clave llego.<br>Rendí en el colegio Mariano Moreno. Era un edificio grande con [http://www.Paginasamarillas.com.ar/b/furlong-juan-patricio/salta/ click la siguiente pagina http://www.Paginasamarillas.com.ar/b/furlong-juan-patricio/salta/] extensión de una calle; se podía entrar por las dos calles. Todo era inmenso donde perecíamos chiquitos. De la romería previa cambiamos a la timidez absoluta dentro del aula, muy grande, para aproximadamente 50 alumnos, con grandes pizarrones.<br>La gran diferencia que observé fueron los pupitres. Eran individuales, más cómodos y estaban cubiertos de rayones, marcas y escrituras. Ya carecía de tintero. Por la mañana rendimos Matemáticas. Nos entregaron un par de hojas en las que previa identificación, copiamos las preguntas correspondientes. Era mi primer examen. Estaba nervioso y esto me hizo fallar en algunas.<br>En el otro turno sucedió muy similar. Con un poco más de tranquilidad y respodi más consciente todas las preguntas. Luego, la incertidumbre de la espera. No recuerdo cuantos días pasaron antes de regresar a esta institución y verificar los resultados. En gran des listas y por orden alfabético, aparecían los resultados logrados.<br>Aquellos que sobrepasas un porcentaje, accedían al ingreso. Mi ansiedad no permitía encontrarme, pero mi examen había sido positivo y había superado mis expectativas permitiéndome ingresar. Había ingresado al Colegio Nacional en diciembre de 1945 de aquel Buenos Aires que se fue.